
Luego del pronunciamiento del coordinador de la bancada del PAN, Guillermo Vega, celebrando el fallo de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN) sobre la constitucionalidad de la Ley de Aguas de Querétaro, el diputado Ulises Gómez de la Rosa señaló que el problema del acceso al agua en la entidad está lejos de resolverse.
“El derecho al agua no se debate en tribunales, se garantiza en los hogares”, expresó Gómez de la Rosa, al afirmar que persisten graves deficiencias en el suministro, sobre todo en comunidades de la capital queretana, así como en las regiones del semidesierto y la sierra. “La narrativa del PAN quiere cerrar un capítulo que sigue más vigente que nunca. Mientras no exista una cobertura real del 100% y no haya agua en los hogares de las familias queretanas, no habrá descanso, ni sentencia alguna que nos impida levantar la voz”, sostuvo.
El legislador destacó que, en lugares como Santa Rosa Jáuregui, el problema es evidente: tandeos prolongados, tomas inaccesibles e infraestructura deficiente. “No hay un plan maestro, no hay voluntad de resolver el problema. ¿De qué sirve una sentencia si no hay agua en las casas?”, cuestionó.

Gómez de la Rosa recordó que, aunque la SCJN haya validado la participación de privados y la posibilidad de cortar el servicio por falta de pago, el verdadero debate es humano, no jurídico. “El Estado está obligado a garantizar al menos 50 litros diarios por persona. Ahora le toca al gobierno dejar de defender leyes y empezar a defender a las personas”, afirmó.
Finalmente, el diputado aseguró que su bancada en Morena seguirá luchando desde el Congreso y las calles para que el derecho al agua se convierta en una realidad. “El PAN podrá intentar construir su narrativa, pero mientras no haya garantías reales de acceso universal, la lucha por el agua seguirá. Porque el agua no es un privilegio, es un derecho humano”, concluyó.
Pese al fallo de la SCJN, organizaciones y ciudadanos han tenido que recurrir a amparos para exigir lo que debería garantizarse por ley: un acceso suficiente, continuo y equitativo al agua. La falta de planes concretos, sumada a la limitada capacidad operativa de la Comisión Estatal de Aguas (CEA), deja al descubierto una brecha cada vez más amplia entre el discurso oficial y la realidad que enfrentan miles de familias queretanas.
