Gerry Cervantes
Marisol Arteaga, ultramaratonista mexicana, se encuentra en plena preparación para representar a México en el prestigioso Ultra-Trail de Mont-Blanc (UTMB), una de las carreras de montaña más desafiantes y reconocidas del mundo. Esta competición reúne a 2,500 corredores de élite y amateurs para enfrentar un recorrido de 171 kilómetros con un desnivel positivo de 10,000 metros, atravesando los imponentes paisajes de los Alpes en Francia, Italia y Suiza.
Con un espíritu inquebrantable y el apoyo de una comunidad runer vibrante, Marisol compartió sus reflexiones, emociones y el arduo proceso que conlleva prepararse para un reto de esta magnitud para cualquier ser humano.
Una vida dedicada al deporte
Desde niña, Marisol descubrió en el deporte no solo una pasión, sino un estilo de vida. “El cuerpo ya te lo pide por naturaleza”, compartió durante la entrevista. Para ella, correr no solo representa un ejercicio físico, sino una fuente de vitalidad y balance mental. Esta disciplina, que comenzó como un hábito cotidiano en su niñez, al tener que correr 5 km para ir a la escuela cuando se le hacia tarde, se transformó en una carrera profesional que ahora la posiciona entre los mejores ultramaratonistas del país.
Cuando se le preguntó sobre lo más gratificante de su trayectoria, Marisol fue clara: “El motivar a la gente que te ve, que te escribe, que te manda un mensajito. Eso es el fruto más bonito de todo el trabajo”.
De San Cristóbal a Mont-Blanc
El primer gran desafío de Marisol en el mundo del trail running fue una ultramaratón de 50 kilómetros en San Cristóbal de las Casas, Chiapas. “Fue muy difícil porque no te imaginas la magnitud del esfuerzo que conlleva. Pero soy muy aferrada, y eso me llevó a lograr lo que ahora estoy haciendo”, relató.
Esa determinación la ha llevado a superar límites que parecían imposibles, incluyendo el reciente logro de completar una carrera de 100 millas en Puerto Vallarta. La cual no solo significo un reto fisico, sino tambien emocional, teniedo que partir al reto con sin saber como podria encontrar de salud a su padre al regresar, quien estaba enfermo de cancer.
Marisol, se enfrento a esos 160 km con un increible enfoque, aprovechando cada momento de respiro que le proporsionaba la ruta, para asimilar las subidas y bajadas tecnicas que esta representaba, y manteniendo la fuerza mental para no romperse por todo lo que estaba pasando. Terminado con un 3er lugar general y la victoria en su categoria; regresando de este reto para despedirse de su padre, quien como lo dice ella, espero a verla triunfar.
Ahora, su meta está en los Alpes, en una competencia que exige tanto mental como físicamente. Y que Marisol va a saber enfrentar de una manera extraordinaria, con la fuerza mental y el apoyo de toda la comunidad runer que confia en ella, “He recibido llamadas con con bonitos mensajes … y yo voy a enfocada a hacer lo mejor de mí para llegar a la meta. Si Dios quiere, ese es mi enfoque llegar a la meta”, afirmo Marisol.
Entrenamientos y apoyo comunitario
Marisol destaca que la preparación para el UTMB no es un esfuerzo individual. “Esto no es un trabajo mío, es el trabajo de todos los que están detrás de estos entrenamientos”, señaló.
Guiada por su entrenador Juan Carlos Carrera, reconocido por su experiencia en el trail running, Marisol sigue un régimen riguroso de entrenamiento físico y mental. Sin embargo, enfatizó que el apoyo moral y económico de la comunidad es esencial.
Diversos corredores de Querétaro, Hidalgo y otras partes de México han organizado actividades para recaudar fondos que le permitan cubrir los gastos asociados a la competencia. “Estoy súper agradecida porque sin ustedes uno no sería nada”, dijo Marisol emocionada.
Representar a México, un orgullo y un compromiso
Aunque nació en El Rosario, Hidalgo, Marisol se siente parte de todas las comunidades que la han apoyado. “Ya no soy ni de aquí ni de allá, soy mexicana de corazón”, afirmó con orgullo. Representar a México en una competencia internacional como el UTMB es, para ella, una mezcla de responsabilidad y satisfacción.
“Es un compromiso, pero también una motivación. Todo conlleva mucho trabajo, pero mi enfoque está en llegar a la meta, y sé que con el apoyo de todos lo voy a lograr”, expresó.
Más allá de la meta
Marisol no solo busca alcanzar la meta en Mont-Blanc; su verdadera victoria está en inspirar a otros. A través de sus redes sociales y su cercanía con la comunidad, invita a más personas a perseguir sus sueños, sin importar las adversidades.
“Caminar juntos por un sueño” es su lema, reflejando la importancia del trabajo en equipo y la solidaridad.
Marisol Arteaga continúa su preparación con determinación, llevando consigo el corazón de México a cada paso en los Alpes. Su historia es un recordatorio de que los sueños, cuando se comparten y se trabajan en equipo, pueden convertirse en realidad.
Si deseas seguir el viaje de Marisol Arteaga hacia el UTMB, puedes encontrarla en sus redes sociales:
- Facebook: Marisol Arteaga
- Instagram: @marisolarteaga_s
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