
En las calles del centro de San Juan del Río, entre el bullicio cotidiano y el ir y venir de los transeúntes, una joven baterista ha capturado la atención del público con un concepto innovador: una batería invisible. Ela Street, como se hace llamar artísticamente, ha encontrado en el espacio urbano el escenario perfecto para mostrar su pasión por la música y desafiar las convenciones del rock.
Desde finales de 2023, Ela decidió aventurarse a tocar en las calles, impulsada por la necesidad de expresarse y por la falta de presencia femenina en la escena local de la batería. “Antes de que terminara el año, me dije: ‘Tengo que aventarme con este proyecto’, y así fue como comencé”, relató la artista callejera. Lo que distingue a su propuesta no es solo su habilidad técnica, sino el uso de una tecnología avanzada que le permite simular la ejecución de la batería sin necesidad de un set físico visible.
Ela explica que su intención era hacer algo diferente, algo que no se hubiera visto antes en su municipio. “Sabía que en el mundo hay músicos que tocan en la calle, pero quería hacer algo original, que llamara la atención y mostrara que las mujeres también podemos rockear”, enfatiza. Con su batería invisible, ha logrado sorprender a quienes la escuchan, generando curiosidad y admiración entre los espectadores que se detienen a disfrutar su actuación.
Ela Street no solo busca destacar como baterista, sino también fomentar la participación de las mujeres en el rock. Es por ello que también colabora en el proyecto “Las Morras También Hacen Ruido”, una iniciativa que busca dar visibilidad a las mujeres en la música y crear espacios para su desarrollo. “Sabemos que desde que existe el rock, la presencia femenina ha estado ahí, pero ha sido poco visibilizada. Hoy en día hay exponentes muy grandes, como The Warning, que están haciendo cosas increíbles”, comenta.
Ela siente que su papel en la escena local es abrir camino para que más mujeres se animen a incursionar en la batería y otros instrumentos. “En San Juan del Río hay muchas músicas talentosas, pero pocas que toquen en la calle. Me motiva mucho impulsar este movimiento y demostrar que no hay barreras para nosotras en la música”, asegura.
Tocar en el espacio público conlleva sus propios retos. Ela confiesa que, al principio, sentía nervios cada vez que salía a tocar. “Cuando voy caminando con mi bocina y mi equipo, sí me entra algo de miedo, pero ya en el momento en que empiezo a tocar, me concentro y todo fluye”, explica. La reacción del público ha sido positiva, especialmente por la novedad de ver a una mujer tocando la batería con tanta energía y precisión.
No obstante, no todo ha sido fácil. Durante una visita a Querétaro, Ela intentó tocar en las calles del centro histórico, pero fue detenida por los inspectores municipales. “No me dejaron tocar, lo cual me desanimó un poco, pero entiendo que cada lugar tiene sus reglas y hay que respetarlas”, cuenta. A pesar de este obstáculo, la joven baterista no se rinde y sigue firme en su compromiso de dar a conocer su arte en San Juan del Río.
Ela Street descubrió su pasión por la batería durante la pandemia. “Estaba aburrida y sin saber qué hacer cuando vi un video de Dave Grohl tocando la batería en Nirvana. Me impactó su energía y dije: ‘Quiero hacer eso'”, recuerda. Su entusiasmo por el instrumento la llevó a tomar clases en 2022, cuando su padre la sorprendió con la inscripción a un curso de batería como regalo. Desde entonces, su amor por la música solo ha crecido.
Su meta es convertirse en una baterista profesional y colaborar con artistas reconocidos. “Me gustaría estar en la lista de bateristas que podrían ser contratados para grabaciones y giras. Pero también quiero seguir apoyando a las bandas emergentes y ayudar a darles difusión”, explica.
Un caso que la inspira es el de Cancamusa, la baterista de la banda chilena Los Bunkers, quien logró consolidarse en la escena del rock latinoamericano. “Me motiva ver a mujeres que han llegado lejos en la música, porque me recuerda que, aunque el camino es difícil, con trabajo y perseverancia se pueden lograr grandes cosas”, reflexiona.
A sus 18 años, Ela Street se perfila como una promesa en la escena musical local. Su talento, combinación de técnica y pasión, la ha llevado a ganar reconocimiento en San Juan del Río y a generar interés en redes sociales, donde comparte su música y proyectos. “Lo que no se ve, no existe, y ahora que hay más mujeres tocando batería, hay una motivación más allá para las nuevas generaciones”, concluye.
Para seguir su trayectoria, se puede encontrar a Ela Street en TikTok, YouTube, Instagram y Facebook, donde comparte su evolución como baterista y sus futuros proyectos. Sin duda, su historia es un testimonio de pasión, perseverancia y el poder de la música para transformar espacios y desafiar expectativas.