
Gerry Cervantes
A los 89 años de edad, falleció José “Pepe” Mujica, expresidente de Uruguay, figura emblemática de la izquierda latinoamericana y símbolo de la austeridad y la coherencia política. El deceso ocurrió tras una larga batalla contra el cáncer de esófago, enfermedad que le fue diagnosticada en 2024.
Pepe Mujica nació el 20 de mayo de 1935 en Montevideo y dedicó gran parte de su vida a la lucha por la justicia social. En su juventud fue integrante del Movimiento de Liberación Nacional-Tupamaros, un grupo guerrillero que combatió la desigualdad en las décadas de 1960 y 1970. Por su militancia, fue encarcelado durante la dictadura uruguaya y pasó casi 15 años preso, muchos de ellos en condiciones de aislamiento.
Tras el retorno de la democracia, Mujica se integró al Frente Amplio y desempeñó distintos cargos públicos, incluyendo diputado, senador y ministro de Ganadería. En 2010 asumió la presidencia de Uruguay, cargo que ocupó hasta 2015. Durante su gestión impulsó importantes reformas sociales, como la legalización del matrimonio igualitario, la despenalización del aborto y la regulación del mercado de la marihuana, además de promover el uso de energías renovables.
Mujica fue ampliamente reconocido por su estilo de vida austero: vivía en una modesta chacra en las afueras de Montevideo, conducía un viejo Volkswagen y donaba gran parte de su salario como presidente. Su coherencia entre discurso y acción le valió el respeto internacional y el apodo de “el presidente más pobre del mundo”.
Diversas figuras políticas y sociales en América Latina y el mundo han expresado su pesar por la partida de un líder que dejó huella por su humildad, su compromiso con los más desfavorecidos y su firme defensa de los valores democráticos.